Feliz Verano

Feliz Verano
El verano es el tiempo del collage, el tiempo donde las impresiones vitales se pegan con más fuerza, dejando huellas imborrables en el tapiz de nuestra narrativa personal. Y es que hay situaciones que ocurren solamente cuando el calor y la luz amarillean.
Las transiciones vitales, los paréntesis profesionales, las nuevas metas personales o la búsqueda de nuevos puntos de partida surgen en el tiempo húmedo del verano, cuando todos los tics y las rutinas parecen despistarse y el día a día queda reventado por la excepcionalidad.
A la naturaleza mítica del estío y a su capacidad emancipadora del yugo de las costumbres, se aferran las lecturas acumuladas y desatendidas durante el año. Seguramente por eso, Wallace Stevens decía aquello de que las noches de verano son como una perfección del pensamiento.
El verano sirve sin duda para leer y pensar, sentir y amar. Sudar las costumbres acumuladas durante el invierno y perder el peso que cargan los deseos incumplidos.
Probablemente sobredimensionamos las expectativas que el verano nos aportará, pero eso forma parte también de la terapia veraniega.
En fin, salgamos apresuradamente a tomar de la mano la indolencia, y dejémonos pasear por lecturas prorrogadas y pensamientos pasajeros, que ya habrá tiempo de añorar el calor y la seductora sexualidad intelectual de un tiempo ralentizado.
Feliz Verano!