300

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Hoy publico el post número 300, un número redondo que me apetece compartir y de alguna manera celebrar con todas las personas que se han dejado caer por este espacio dedicado a acariciar con las ideas el cuerpo calloso y robusto de la arquitectura.

Aquellos que me conocen quizás ya saben la historia, pero para los que no, este blog nació en marzo del 2012, es decir hace 10 años exactamente, y surgió después de acabar mi tesis doctoral el año anterior.

En el proceso de investigación de mi tesis, abrí un montón puertas que daban acceso a campos de reflexión interesantísimos, pero que se alejaban de la línea principal de la estructura del guion al que fui fiel hasta el final. Lo cierto es que los años que estuve desarrollando la tesis fueron apasionantemente nutritivos y entre otras cosas me permitieron aprender no solamente aquello que investigaba sino también acceder a un universo entero de ideas y conceptos que disciplinada y pacientemente, dos cualidades muy escasas en mí, dejé al margen para no entorpecer ni despistarme del campo de investigación en el que me hallaba.

Sin embargo, esas puertas no las abandoné ni las olvidé, y una vez acabada la tesis me pareció una buena idea cruzar el portal y pasear por esos paisajes intelectuales sin más presión que la de disfrutar y aprender, reflexionar y escribir. Con libertad y con tiempo.

Debo confesar que nunca me hubiera imaginado que esa ocurrencia durara tanto tiempo ni que por el camino me hubiera cruzado con tanta gente maravillosa, algunos que me leen y otros que se han animado a contribuir con sus ideas en axonométrica. Es más, la lectura y la escritura habitual me ha permitido tener múltiples conversaciones generosas que me han enriquecido brutalmente.

Y para colmo, durante esta aventura he tenido el privilegio que Ediciones Asimétricas haya tenido a bien publicar Paseos por el Voladizo,[1] una bonita aventura de la mano de Juan García Millán y María Fernández que me permitió entender un poco más por qué seguía escribiendo, publicando, reflexionando.

Ahora toca dar las gracias.

Para empezar a los más de 300.000 lectores que durante estos 10 años han entrado en el blog. En los momentos de cansancio o agobio han sido la razón por la que sigo escribiendo, la que dan sentido a axonométrica y con las que me siento en deuda. Esta cifra, siendo un blog de reflexiones alrededor de aspectos teóricos sobre arquitectura y urbanismo con textos, a veces, ásperos y densos, me parece abrumadora, por no decir alucinante.

Gracias también a los cercanos, por permitirme el privilegio de evadirme en mis paseos y por dar la lata.

Gracias a todos los que se han prestado con su talento y sus textos a colaborar en el blog. Sois un regalo.

También me toca pedir perdón. Perdón por los gazapos, por algunos acentos caídos en combate y algún que otro patinazo gramatical. Aunque siempre repaso lo escrito varias veces antes de publicar, me araña la retina comprobar algunos descuidos atrincherados en los textos, camuflados y listos para echarse unas risas a mi costa y dejarme en ridículo.

En fin, no tengo la menor idea de hasta donde llegará este viaje, solamente prometo seguir buscando la manera de escribir más fino, más cercano y seguir enamorándome de otros textos, de nuevas conversaciones y de provocar reflexiones sobre lo que nos fascina y nos apasiona, la arquitectura.

En la imagen una de las páginas de la novela gráfica de Frank Miller 300 publicada en 1998 y ganadora de varios premios. En España fue publicada por Norma Editorial en 2006. Esta novela gráfica fue adaptada al cine por Zack Snyder y estrenada en 2007. El comic cuenta, no sin ciertas licencias históricas, como Leónidas I, rey de Esparta, con apenas 300 soldados y un ejército en total de 6.000 hombre se enfrentó a Jerjes I rey de Persia y un ejército de 210.000 soldados en el paso de las Termópilas. La resistencia que opuso al ejército persa permitió a la armada griega reagruparse, si bien Leónidas I y sus espartanos murieron en la batalla y se convirtieron en una leyenda.

Por supuesto los 300 artículos que estoy celebrando no tienen nada de heroico ni de mítico, pero tienen algo de resistencia a nuestro tiempo, comandado por las urgencias, las prisas y un ritmo de vida que no deja espacio ni a la reflexión pausada, ni a una construcción argumental lenta y ordenada. La necesidad de escribir los textos que van desfilando por aquí es un pequeño gesto que busca tomar distancia respecto a la vorágine del día a día, y confieso que más allá de la calidad de mis reflexiones, hay una dimensión terapéutica en seguir publicando que aprecio enormemente. 


[1] El libro se puede comprar en su web en https://edicionesasimetricas.com/epages/09234284-9cc1-4956-a123-9020ed421a3f.sf/es_ES/?ObjectPath=/Shops/09234284-9cc1-4956-a123-9020ed421a3f/Products/156

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