Silencio

Silencio

Corta es la vida, el camino largo, la ocasión fugaz,

falaces las experiencias, el juicio difícil[1]

Desde las consecuencias de la brutal paliza que un diminuto virus le está pegando a la humanidad entera, empezamos a tomar una cierta perspectiva de lo que realmente está ocurriendo.

Al principio dominaba y crecía a pasos agigantados la angustia de enfrentarse a una fuerza destructiva totalmente desconocida. Íbamos dando tumbos, zarandeados por los primeros golpes de la pandemia.

El nivel de angustia era tan grande que ante las primeras certezas y las reacciones que cada país iba tomando, de forma automática surgían miles de preguntas que buscaban histéricamente cualquier respuesta. Es lógico y humano huir de la angustia mediante la adopción de teorías y especulaciones que necesariamente serán parciales, ya que no conocemos el gran dibujo de lo que se está fraguando.

Sin entender la magnitud de lo que se nos venia encima, cada uno, en su mundo profesional y personal, se arriesgaba a especular sobre las consecuencias y los cambios de una deseada era post-covid.

Tanto desde Archikubik como personalmente, este periodo nos ha aportado una buena carga de incertidumbres y un buen puñado de reflexiones que han acompañado estas.  Desde las primeras semanas de abril de 2020, se nos requería desde diferentes ámbitos, a pronunciarnos sobre las transformaciones que, en forma de alud, parecía que iban a caer sobre nuestras vidas.

Acostumbrados a la inmediatez, daba la sensación que se nos exigían soluciones más que reflexiones.

Siempre fuimos prudentes y nos guiamos por el sentido común, algunos de los últimos textos que he publicado aquí, creo que así lo atestiguan.

De todas maneras, la angustia y la búsqueda rápida de soluciones fueron devastadoras para la energía reflexiva, y si más no, personalmente, me sentí vacío de otras ideas que no fueran las que ya habíamos estado compartiendo durante el último y largo año y pico.

Es por eso que me sentí incapaz de seguir escribiendo y pensando en arquitectura de la manera que lo hago habitualmente aquí, y me propuse un tiempo indefinido sin escribir, un tiempo de silencio. Por el contrario, me propuse seguir en la acción, tratando de hacer evolucionar los proyectos que teníamos en curso, como vía de escape para rellenar el pensamiento desde el empirismo y la práctica.

Debo confesar que la decisión de hacer un stop and go de este blog, que lleva acumulados casi 290 entradas, principalmente textos que deambulan por una cierta teoría sociológica de la arquitectura, fue acertada.

Hoy vuelvo a retomar reflexiones compartidas en Archikubik y abiertas a reflexiones de otros.

Desde 2012, año en el que esta aventura reflexiva empezó, he parado dos veces de hablar y constatar lo bien que sienta el silencio.

Quiero agradecer a las decenas de miles de lectores que han pasado por aquí y de nuevo me comprometo a volver a callar cuando ya no tenga nada más que decir.

Mientras eso no ocurra, hola a todas y todos de nuevo, espero que estéis bien. ¿Seguimos?

Imagen Enjoy the Silence, fotógrafo Thomas Leuthard

[1] Vita brevis, ars longa, occasio praeceps, experientia fallax, judicium difficile. HIPÓCRATES, Aforismos y Pronósticos. Editorial Maxtor. Valladolid, 2008

Comments
One Response to “Silencio”
  1. Francisco José Casas Restrepo dice:

    Miquel:

    ¡Hola, nuevamente! ¡Bienvenido! Hiciste bien, puesto que el silencio es la voz de la sabiduría y es necesario; no siempre, pero es necesario. Ahora: ¡Adelante!

    Un abrazo,

    Francisco José.

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