El Mundo Va Mucho Mejor de los que Usted Cree: Un Manifiesto Realista en una era Post-Naíf

El Mundo Va Mucho Mejor de los que Usted Cree
Un Manifiesto Realista en una era Post-Naíf
Aquellos que siguen las reflexiones que van desfilando por axonométrica, se habrán percatado que más allá de alguna que otra crítica de fondo, el tono de los textos está impregnado de una melaza positiva y propositiva acerca de las bases teóricas de la arquitectura contemporánea, que a todas luces, toma su punto de partida en la década de los años 60.
Esta década, marcada por la contraculturalidad y el movimiento hippie, ha sido, sobre todo, a partir de los años 80, denostada bajo el despreció de ser una década naíf.
Nada ejemplifica mejor el conservadurismo intelectual de ciertas mentes escleróticas que despachar una crítica con el calificativo de naíf. Si algo pretenden recuperar estos textos es la pátina de posibilismo y confianza ciega en el potencial de mejora de una realidad, instalada en el cinismo corrosivo de una era post-naíf.
Por eso muchos reclamamos el optimismo[1] como posición revolucionaria, como acción política y como afirmación contundente. El miedo o mejor dicho, la descarnada escenografía del pesimismo al que muchos cenizos pretenden encadenarnos para operar como eficiente sistema de demolición intelectual, siempre ha sido esclavizador.
Y para contrarrestar toda tentación de positivismo insultantemente bullicioso, o de indulgente negación de los desastres de nuestros tiempos, nada mejor que una dosis de objetividad para poner las bases de un nuevo naifismo empático, tan necesario como provocador. Por tanto, para contraventar los esfuerzos de la retórica, nada más antiguo pero eficaz que un manifiesto de datos que construya la plataforma de una atalaya positiva desde donde mirar.
Abramos bien los ojos y los oídos, pero sobretodo abramos bien las mentes, ya que[2]:
- La Pobreza: Desde 1990, la pobreza extrema ha disminuido en más de dos tercios y más de mil millones de personas han salido de esa condición.
- El Hambre: En 25 años se ha pasado del 19% de personas en riesgo de malnutrición al 11% actual.
- La Educación: 57 millones de niños están por escolarizar hoy, mientras que en 1996 eran 120 millones.
- La Democracia: Solamente un 5% de los estados de más de 500.000 habitantes no son democracias, frente al 80% de los países que no lo eran antes de 1950.
- La Demografía: En 50 años se ha pasado a una media de 5 a 2,5 nacimientos por mujer según la tasa de fertilidad
- La Mortalidad infantil y maternal: En ambos casos se ha dividido por 10 entre 1990 y 2015
- El Sida: Las muertes ligadas al sida han disminuido un 35% entre los años 2005 y 2013
- La Capa de Ozono: La industria prácticamente ha eliminado la producción de gases que reducen la capa de ozono de manera que en 2050 estará totalmente restablecida
- La Deforestación: entre 2004 y 2012 las hectáreas deforestadas en de los bosques tropicales mas importantes del mundo han disminuido del 80%
- La Biodiversidad: La superficie de zonas protegidas en el mundo se dobla cada 10 años desde hace medio siglo.
- La Transición Energética: Entre 2010 y 2014 la energía solar se ha multiplicado por 50 y la eólica por 8. Las toneladas emitidas de CO2 se mantienen estables en los últimos 3 años.
- Las Guerras: tras la práctica desaparición de guerras internacionales en 2015 han muerto 150.000 personas por la guerra. En 1950 casi 20 millones. En 1972 casi 10 millones.
- Las Muertes por Terrorismo: 147 muertos por terrorismo en Francia en 2015, 73.000 muertos por tabaco.
- Criminalidad: En Estados Unidos la televisión registra 1 muerto por causas violentas cada 50 personas, en la vida real es 1 muerto por cada 20.000 personas
- La Pena de Muerte: En 1950 solamente existían 8 países que habían abolido la pena de muerte. Hoy son 102 países.
En definitiva, cuando nos acongojan con opiniones catastrofistas, o nos atizan con supuestos datos negativos, quizás deberíamos leer ese mensaje como un instrumento de dominación y no como una alerta bienintencionada. La militancia de los cenizos en la descontextualización de datos, sin duda preocupantes pero en realidad desprovistos de la tendencia y el entorno históricos, son realmente el arma de destrucción masiva de la voluntad de un cambio cada vez más profundo y sintomático de que todo está aceleradamente en transformación. Es más, me atrevería a proclamar que estamos en una proceleración, es decir, en una aceleración de la aceleración, que nos lleva de forma casi inmediata a un nuevo devenir positivo y radicalmente mejorado.
Queda mucho que mejorar, muchos datos que remontar, muchas preocupaciones a las que atender, eso es tan cierto como que también se ha recorrido mucho camino en positivo. Es más, a cada avance, a cada mejora, se pueden contraponer decenas de tendencias negativas que no me atrevo a enumerar para no perder el tono precisamente naíf. Pero de vez en cuando, parece reconfortante levantar la cabeza del fango y ver aquello en lo que el mundo mejora, ¿no? Por tanto, no hay indulgencia en este manifiesto de datos.
Pero hay optimismo, mucho optimismo en un mundo que a ciencia cierta mañana, será mejor que hoy.
La imagen del post es la portada del libro OPOP: Optimismo operativo en arquitectura de Manuel Gausa y la ilustradora Susana Cros de la editorial ACTAR
[1] Op-Op, Optimismo Operativo, un concepto que retomar realmente sugestivo de Manuel Gausa para lanzar la mirada un poco más lejos de lo habitual.
[2] LECOMTE, Jaques, Le Monde Va Beaucoup Mieux Que Vous Ne Le Croyez! Editorial Les Arènes, París 2017. Ese es uno de esos libros que en algún momento hay que leer, o a lo sumo, echar un vistazo, para contextualizar los avances que se dan en el mundo y ponderar adecuadamente ciertas actitudes ácidas y negativas.